lunes, 31 de marzo de 2008

Movida en Roxbury

Lo he visto esta semana y no me he podido resistir a colgarlo. A mí me parece buenísimo. Para los que renieguen de Jim Carrey lo mismo este sketch les hace cambiar de opinión. Pues ahí va...

jueves, 27 de marzo de 2008

LOS TRES MONOS SABIOS

Esto es algo que todos hemos visto alguna vez, o quizá lo recordareis por el programa de José Luis Balbín "La Clave", pues era la imgagen de dicho programa.
Son de esas cosas que siempre has visto y te puede resultar gracioso, curioso, pero no sabíamos que eran en sentido estricto. Yo me interesé al leer "Y, el último hombre". os adjunto lo que dice la wikipedia:

Los Tres Monos Sabios o Místicos, que se tapan con las manos respectivamente los ojos, oídos y boca, están representados en una escultura de madera en el santuario de Toshogu, en Nikko, Japón.

Parte de su significado está en el juego de palabras que se origina en japonés entre el sustantivo “saru” que significa mono, y el adverbio homófono que produce la negación del significado de la raíz a la que se asocia enclítico. Las palabras compuestas “mizaru", “kikazaru” e “iwazaru” significan respectivamente “no ve", “no oye", “no habla", y el mono ha pasado a ser un símbolo de la negación en abstracto.




Estudios recientes indican que las personas (como opinaba Darwin al contrario que el niño predicador) descienden del mono (aunque a saber de cual, no es lo mismo descender de un mono Titi que de un Orangután) y tengo la prueba de ello.

Aquí la prueba:




Lo que se le ha pasado por alto a todo el mundo desde tiempo inmemoriable es la existencia de un cuarto mono, el que se descojona de todo. Afortunadamente también he conseguido la prueba gráfica de su existencia.

Aquí la prueba:

Olme profesional

Esta mañana en casa estaba zappeando cuando me he encontrado con el Olme en la televisión. Aquí os dejo las imágenes que confirman que he no me han engañado mis ojos.

martes, 18 de marzo de 2008

DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA


18:30, un martes.

Después de mucho esfuerzo conseguí conciliar el sueño en el salón de mi casa.
La nana de fondo esta vez era una de esas telenovelas venezolanas que echaban en la uno. Tras media hora de letargo, súbitamente desperté, con el griterío y los lloros de unas quinceañeras. ¿Qué habrá pasado? Se preguntaba la parte latente de mi cerebro. Giré la cabeza, a la vez que el resto de mi cuerpo y me semi-incorperé en el sofá. Miraba la televisión atónito. No era la primera vez que lo veía, pero siempre sobrecoge, créanme. Las niñas en cuestión lloraban la pérdida de Bill Kaulitz.

Desde hacía meses esperaban este momento pero Bill no se presentó, resultó estar indispuesto. Las niñas aún así se lo perdonaban, ante las insistentes preguntas de la reportera. Su líder les había fallado pero aún así le perdonaban. ¡Eso es fe!, me decía yo mientras yacía repanchingado en mi sofá. Mi madre, incrédula tampoco se lo podía creer. Los media, los mismos que promocionan a este tipo de grupos, son los que ahora recriminan la actitud de las niñas, por llorar ríos de lágrimas y por recorrerse media España para quedarse finalmente en ascuas.

A continuación venía la siguiente noticia. Casi no me había recuperado, cuando observé en la caja tonta otra nueva visión. De nuevo no era algo nuevo, y de nuevo volví a tener las mismas sensaciones de repulsa. Siempre se me encoge el alma al verlo, y eso que año tras año ocurre, ya debería estar acostumbrado. Pero bueno, como siempre ocurre, uno sólo se acostumbra a lo bueno, a lo que le gusta. Una centena de nazarenos y personajes de la misma índole, halababan con orgullo a una efigie. Una de las múltiples procesiones que se dan cita cada año a lo largo y ancho de España en Semana Santa. Incluso vi como un grupo de costaleros de Málaga dejaban al santo aparcado a un lado para quitar de enmedio una furgoneta que obstaculizaba el paso. Se me saltaban las lágrimas. Mi madre también lloraba. Aunque el origen de nuestras lágrimas era distinto, resulta curioso ver como diferentes perspectivas pueden llegar a provocar las mismas situaciones en personas de pensamiento dispar. !Eso es fe!, replicaba mi madre.



No cabe duda que acabábamos de ver las dos caras de la misma moneda, uno siempre necesita algo a que agarrarse, lo que ocurre que nuestros líderes cambian con la edad. Mientras de niños adoramos a grupillos de poca monta como Tokio Hotel, de mayor adoramos a tipejas como la Virgen María.